Nuestro entorno urbano, arquitectónico y paisajístico cambia constantemente. Lo que en un primer momento puede parecer inmutable, es efímero en realidad, y con razón, ya que la sociedad nunca deja de dar pasos en todas direcciones ocasionando cambios, en algunos casos irreversibles. Sin embargo, es precisamente esta cualidad la que convierte la labor de documentación en un procedimiento imprescindible frente a la desaparición material y el olvido.
De forma genérica se podría entender como documentación la información recopilada sobre un elemento o acontecimiento en un momento puntual apoyándose en diversas herramientas de carácter gráfico o textual. De tal modo, esta información permite conservar su conocimiento y se convierte en un testimonio de su propia evolución o deterioro. En este sentido, la información gráfica que obtenemos por medio de planimetrías y fotografías siempre ha significado una herramienta fundamental cuyo propósito es preservar información sobre un estado concreto con todo tipo de detalles arquitectónicos, constructivos y materiales. Y por tal razón, debería ser imprescindible hacer este registro en cualquier intervención que se vaya a realizar.
Un ejemplo que refleja de manera evidente la necesidad de documentar es la mezquita al-Muwāssīn (siglo XVI) de Marrakech, donde pudimos presenciar en 2017 una destrucción sistemática que dejaba de manifiesto la fragilidad y fugacidad del patrimonio. El propio proyecto de restauración planificó varias operaciones irregulares que se alejaban totalmente de los principios de conservación de un bien de interés histórico y arquitectónico.

En esta fotografía vemos el pabellón de abluciones adyacente y cómo se eliminaron por completo las crujías perimetrales en las que se hallaban las letrinas para posteriormente ser reconstruidas de nuevo. Esta actuación habría estado justificada de haber estado la estructura en un mal estado de conservación, pero no era tal su condición ya que las sólidas cabinas construidas con muros y bóvedas de ladrillo habían llegado íntegras a nuestros días con pocas reformas superficiales. Asimismo, en el interior de la mezquita se optó por repintar las armaduras del techo, a pesar de ser la única mezquita de ese periodo cuyas armaduras conservaban la policromía original. El deterioro que ocasionó esta intervención es abrumador, además de innecesario.

Igualmente una adecuada documentación gráfica ayudaría a restituir elementos que han quedado completamente destruidos o deformados, por el vandalismo o la violencia de la sociedad. En las últimas décadas han sido numerosos los casos que han conmocionado a la humanidad como por ejemplo los desaparecidos Budas de Bāmiyān, la destrucción de la ciudad histórica de Alepo o el aniquilamiento de estructuras enteras en Palmira (Siria). De hecho, los perjuicios infligidos al patrimonio arquitectónico y arqueológico de Siria y la reacción de algunos expertos han demostrado el enorme valor documental que reside en cualquier material gráfico, al tiempo que ha dejado de relieve la importancia de las nuevas tecnologías y herramientas. Gracias a las fotografías desinteresadas de los turistas que visitaron el lugar antes de su ocupación, se ha podido reconstruir virtualmente gran parte de los monumentos por medio de la fotogrametría.
Además, la documentación resulta de gran ayuda ante la pérdida de información y de memoria histórica en torno al patrimonio construido, ya que el abandono y el desuso involuntario pueden convertir cualquier construcción en algo anecdótico. Un elemento que se construye en un momento concreto con una gran significación y trascendencia puede con el tiempo caer en el olvido. La Ca Biot en Denia es un gran ejemplo al respecto. Se trata de los restos de una antigua cabaña ubicada en lo alto del Montgó, a unos metros de la “Cruz del Montgó” y accesible a cualquier excursionista. Su construcción se debe a los científicos franceses Jean-Baptiste Biot y François Aragó en el siglo XVIII, a quienes sirvió de apoyo para poder realizar una serie de mediciones y triangulaciones en torno al meridiano Oº y así estandarizar el sistema métrico decimal. Esta historia da sentido y contextualiza los restos de la cabaña, una estructura efímera, humilde y expuesta a las inclemencias, pero que si no se tuviese constancia de este inocente acontecimiento, hoy en día los restos podrían ser interpretados de forma radicalmente distinta, desde un refugio de pastoreo hasta una estructura de uso indefinido. De tal modo, el conocimiento de su origen le ha dado un valor que convierte a la cabaña y su entorno en un espacio único y memorable.
Los ejemplos que permiten manifestar el valor de la documentación podrían ser innumerables, pero estos casos nos han parecido suficientemente representativos para expresar la importancia de dicha labor en los días que corren.
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