Para realizar un levantamiento arquitectónico, la organización constituye un paso fundamental que ayuda a optimizar el trabajo y evitar errores innecesarios. Como ejemplo real, contaremos nuestra experiencia en el castillo de Tébar en Águilas (Región de Murcia), cuyo levantamiento realizamos en el verano de 2020.
Aunque la cantidad de tareas a realizar y tiempo de realización variará en función de la escala de nuestro objetivo, la gestión del trabajo siempre se podrá estructurar de la misma manera:
1. Preparativos
2. Trabajo de campo
3. Procesado de material
1.Los preparativos previos son una fase crucial, quizás la más importante, ya que de ella depende el éxito de las dos siguientes. Los aspectos a considerar serán:
– Hacer un estudio previo lo más profundo posible sobre el objeto de estudio, empleando para ello bibliografía, cartografía y planimetrías disponibles. En nuestro caso, para Tébar, Google Maps fue una herramienta de gran ayuda, ya que contaba con muchas fotografías tanto del castillo como de su entorno. En caso de no disponer de planimetría previa, como era nuestro caso, este material nos permitió tener una idea aproximada de cuáles serían los aspectos más complicados, así como los más asequibles.
– Valorar el volumen de trabajo en relación a los recursos, el número de personas implicadas y la duración. Efectivamente, saber cuántos días y cuántas personas trabajarán es esencial. La cantidad de material a conseguir variará mucho según los días disponibles. En este sentido, es importante ser lo más realistas posibles ya que intentar abarcar demasiado nunca es buena idea.
– En caso de que sea posible, elegir la mejor época del año según el lugar de trabajo. Este aspecto es básico, ya que podrá acotar las horas de trabajo de campo.
Para el castillo de Tébar, contábamos con dos días de trabajo en pleno agosto, por lo que establecimos un horario de 7,00 a 13,30 aproximadamente para aprovechar al máximo la luz sin estar expuestos en las horas de más calor. Asimismo, el ascenso al lugar de trabajo requiere tiempo.
En cuanto a la organización de los días, se preparó de la siguiente manera:
Día 1: Toma de contacto y prospección general del castillo. Toma básica de fotografías. Realización de croquis de la torre principal y toma de medidas de la torre.
Día 2: Vuelo aéreo de dron de todo el recinto del castillo. Vuelo detallado sobre la torre. Escaneado fotográfico del interior de la torre. Análisis estratigráfico de la torre y el recinto amurallado.

El día anterior al trabajo de campo, es importante no olvidar las comprobaciones de rigor en todo el material que se va a llevar:
-Papel, lápiz y tabla/carpeta
-Cámara fotográfica
-Distanciómetro láser (Disto)
-Trípode
-Dron
En caso de contar con un dron, es fundamental comprobar sus posibles actualizaciones, así como el estado de las baterías y el espacio en las tarjetas de memoria.
2. Con todo ello, el trabajo de campo pudimos llevarlo a cabo según el plan previsto. De hecho, gracias a la prospección inicial del día 1, pudimos optimizar aún más nuestra organización. Y es que, aunque la torre principal del castillo estaba en estado ruinoso, conservaba su primer piso útil, de tal manera que realizamos todos los trabajos de exterior al principio, mientras que en las horas más duras de calor pudimos trabajar en el interior de la torre.

3. Tras el trabajo de campo, comienza el procesado del material. Como consejo, es recomendable hacerlo cuanto antes, ya que tanto las notas que se toman, como las apreciaciones que se hacen in situ pueden caer en el olvido.
Por nuestra parte, solemos gestionarlo de la siguiente manera:
– Organizar el material. En el caso de las fotografías agruparlas en carpetas según el uso que les vayamos a dar: prospección, documentación general, fotogrametría, vuelo aéreo… Lo que veamos que puede ser más eficiente, así como agilizar el acceso a la información.
– Procesado del material fotográfico. En nuestro caso solemos trabajar con fotogrametría, por ello, realizamos todos los modelos que teníamos previstos hacer, lo que nos llevó una semana de forma intensiva: planos exterior e interior de la torre y realización de los ortomosaicos que vayan a ser necesarios.

– Trazado de planimetrías. Nosotros solemos empezar con la planta y posteriormente alzados y secciones, si bien, la construcción de todo el material de manera simultánea y progresiva es lo más favorable para obtener resultados precisos. En cuanto a las curvas de nivel, en el caso del cerro de Tébar utilizamos el programa QGIS.
– Una vez que se tiene todo el material bruto dibujado (plantas, alzados y secciones), se complementa con la información arqueológica (Unidades Estratigráficas).
Estos son los pasos que realizamos nosotros siempre para cada trabajo de documentación, por lo que esperamos que os sirvan a vosotros también de guía.
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